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Impulso Mujer: de la brecha digital al empoderamiento de mujeres empresarias y emprendedoras

Enviado por rchavez el
Clausura Impulso Mujer 2025

Por Roberto Chávez | @lamalaactitud

Entre febrero y noviembre de 2025, 930 mujeres ecuatorianas empresarias y emprendedoras transitaron por un proceso formativo que les permitió descubrir que la transformación digital no requiere costosas infraestructuras tecnológicas ni equipos sofisticados, sino metodologías accesibles, acompañamiento horizontal y el compromiso de aprender haciendo. Impulso Mujer, el programa desarrollado por Banco Pichincha en alianza con Fundación Telefónica Movistar, Openlab Ecuador y la Universidad Técnica Particular de Loja, demostró que cuando las organizaciones de la sociedad civil, el sector empresarial y las instituciones educativas articulan esfuerzos con propósito compartido, los resultados trascienden las métricas superficiales para generar impactos concretos en vidas y economías reales.

Los números que importan: más allá de las estadísticas oficiales

El dato inicial podría parecer simplemente cuantitativo: 930 mujeres inscritas. Sin embargo, detrás de esa cifra se encuentran historias como la de Grace Patricia Ochoa Larrea, chef ejecutiva de Food For You Quito, quien buscaba medios de capacitación gratuitos para fortalecer su negocio. O Ximena Proaño, creadora de Moors Ice Cream, helados artesanales sin colorantes artificiales, quien descubrió el programa a través de un correo de Banco Pichincha a inicios de año y decidió dar el salto.

De esas 930 participantes iniciales, 224 accedieron al Bootcamp Conecta y Emprende, un proceso intensivo que requirió más de 62 horas de formación sincrónica y asincrónica desarrollado entre julio y septiembre. Finalmente, 10 proyectos fueron seleccionados para la fase de incubación, completando el proceso al 100%, lo que representa un indicador raramente alcanzado en programas de aceleración empresarial.

Pero más allá de los números, el verdadero impacto reside en testimonios concretos. Grace Ochoa explica que el proceso le otorgó seguridad en las decisiones que ha ido tomando, en la orientación que le ha dado a su negocio y en el camino para alcanzar un crecimiento sostenible. Ximena Proaño, quien ya lleva cinco años en el mercado con su emprendimiento, reconoce que las capacitaciones le abrieron la mente hacia nuevas oportunidades: el aprovechamiento de redes sociales, la inteligencia artificial y la necesidad de ubicarse en más espacios para seguir creciendo.

Fundación Telefónica: la apuesta inicial por cerrar brechas digitales

La participación de Fundación Telefónica Movistar Ecuador en la primera fase de Impulso Mujer no fue casual. Como explica Javier Alvarado, quien lideró la organización durante este proceso, la misión y propósito de Fundación Telefónica ha estado históricamente vinculada con el cierre de las brechas digitales. Acompañar a una institución como Banco Pichincha en un proceso de transformación digital para pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres responde directamente a esa vocación institucional.

El programa diseñó una ruta formativa que permitiera a las mujeres arrancar desde el autoestudio, generar un proceso de encuentro con otras emprendedoras a través de un bootcamp y cerrar con una aceleración de negocios para los proyectos con mayor potencial de transformación digital. La apuesta de Fundación Telefónica por fortalecer competencias digitales en mujeres emprendedoras reconoce que las brechas de género generan desafíos adicionales para quienes quieren prosperar y desarrollar negocios en el país.

Javier Alvarado subraya algo fundamental: este trabajo desde las organizaciones de la sociedad civil, pero en conjunto con empresas, fortalece las capacidades del ecosistema emprendedor y genera nuevas dimensiones de negocio que pueden producir mayor bienestar, empleo y oportunidades reales. Cuando Fundación Telefónica cedió el proyecto a Openlab Ecuador para las fases posteriores, no abandonó el programa, sino que permitió que una organización con experiencia específica en metodologías de formación tecnológica continuara profundizando el trabajo iniciado.

Openlab Ecuador: el seguimiento técnico que garantiza resultados

La transición de Fundación Telefónica a Openlab Ecuador en las fases 2 y 3 del programa no fue un simple cambio administrativo, sino una articulación estratégica que aprovechó la experiencia de Openlab en acompañamiento técnico y monitoreo de procesos formativos. La organización, que ha desarrollado expertise en seguimiento de iniciativas tecnológicas como los Global Game Jams o el programa Escuelas que me Inspiran, asumió la coordinación y supervisión del proceso formativo.

La metodología del Bootcamp Conecta y Emprende, desarrollada por la Universidad Técnica Particular de Loja, abordó temáticas estratégicas: propósito, propuesta de valor, finanzas, marketing, ventas, aspectos legales y cumplimiento normativo. El rol de Openlab se concentró en garantizar la coherencia del proceso, el seguimiento técnico de cada fase y la articulación entre los distintos componentes del programa para asegurar que las participantes no fueran receptoras pasivas de conocimiento, sino protagonistas de su propio proceso formativo.

Un elemento clave en este seguimiento técnico fue la implementación de los Cafecitos Empresariales, espacios complementarios diseñados para fortalecer áreas que el bootcamp formal no cubría en profundidad. Openlab identificó la necesidad de abordar temas como el síndrome del impostor, estrategias de atracción de clientes, emprendimiento consciente e inteligencia artificial, convocando panelistas referentes que compartieron experiencias concretas y herramientas prácticas. Estos espacios no fueron actividades aisladas, sino parte de una estrategia de monitoreo que detectaba vacíos formativos y generaba respuestas específicas para incentivar la permanencia, el avance en los módulos y el fortalecimiento del liderazgo femenino.

La fase de incubación requirió un seguimiento técnico aún más meticuloso. Los 10 proyectos seleccionados trabajaron en la consolidación de sus modelos de negocio, organización financiera, validación de propuestas de valor y planificación comercial, con Openlab monitoreando la coherencia entre los aprendizajes del bootcamp y su aplicación práctica en cada emprendimiento.

Banco Pichincha: inversión estratégica en economía de cuidado

El papel de Banco Pichincha trasciende el financiamiento. El programa SER Impulso Mujer responde a un diagnóstico preciso: el 51.18% de la población emprendedora adulta en Ecuador son mujeres, según datos del Global Entrepreneurship Monitor 2023-2024. Sin embargo, apenas el 38% logra sostener su emprendimiento por más de tres años. Esta brecha entre el entusiasmo inicial y la sostenibilidad empresarial representa no solo pérdida de talento emprendedor, sino también desaprovechamiento de potencial económico.

Más aún: el 38.5% de los hogares ecuatorianos tiene a una mujer como jefa de hogar, según datos del Censo Nacional de 2022, lo que equivale a más de 1.7 millones de madres sosteniendo sus familias. Impulso Mujer no es simplemente un programa de capacitación empresarial, sino una apuesta estratégica por fortalecer la economía de cuidado que sostiene millones de hogares ecuatorianos.

Los resultados evidencian impacto económico concreto: el 71.4% de las participantes considera que podrá mejorar sus ingresos gracias a los conocimientos adquiridos, con proyecciones de superar los 500 USD mensuales. Las áreas más aplicadas fueron administración, atención al cliente y marketing digital, mostrando que las emprendedoras priorizan fortalecer la relación con clientes y la presencia online. El acceso a financiamiento continúa siendo la barrera de crecimiento principal identificada, lo que sugiere rutas de acción para futuras ediciones.

Articulación entre sectores: el modelo de colaboración que funciona

Lo que hace especialmente relevante a Impulso Mujer no son sus resultados individuales, sino el modelo de articulación inter-institucional que representa. Banco Pichincha aportó el financiamiento, la visión estratégica y el músculo institucional. Fundación Telefónica Movistar contribuyó con su experiencia en cierre de brechas digitales y su plataforma formativa Conecta Empleo. Openlab Ecuador asumió la coordinación general, el seguimiento técnico del proceso y la articulación entre fases para garantizar coherencia y continuidad. La Universidad Técnica Particular de Loja proporcionó rigor académico, diseño curricular y ejecución pedagógica.

Esta articulación demuestra que las organizaciones de la sociedad civil y del mundo de la tecnología pueden ser promotoras efectivas de proyectos de inclusión digital cuando operan en alianza estratégica con actores empresariales e instituciones educativas. No se trata de filantropía corporativa ni de programas asistencialistas, sino de inversión estratégica en capacidades que generan retornos económicos concretos.

Javier Alvarado plantea una pregunta fundamental: ¿cómo fortalece, justo, este aprendizaje y trabajo desde las organizaciones de la sociedad civil en conjunto con empresas? La respuesta se encuentra en los testimonios de las participantes, en los modelos de negocio consolidados, en las proyecciones de ingresos mejoradas y en la confianza empresarial fortalecida. Grace Ochoa ahora visualiza un sistema de alimentación para empresas. Ximena Proaño planea expandirse a nivel nacional y abrir un local físico. Estas no son aspiraciones abstractas, sino planes estratégicos construidos sobre aprendizajes concretos y acompañamiento técnico.

Replicabilidad y escalabilidad: el desafío pendiente

El éxito de Impulso Mujer plantea interrogantes sobre escalabilidad. Si 930 mujeres se beneficiaron en esta primera edición, ¿cómo expandir el modelo para alcanzar a las decenas de miles de emprendedoras ecuatorianas que enfrentan desafíos similares? ¿Cómo mantener la calidad del acompañamiento personalizado si se multiplica por diez la cantidad de participantes?

Cuando finalice 2025, Impulso Mujer habrá demostrado que la transformación digital empresarial no es patrimonio exclusivo de grandes corporaciones con recursos ilimitados. Las pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres pueden acceder a herramientas, metodologías y conocimientos que potencian sus capacidades comerciales, digitales y estratégicas cuando encuentran el ecosistema adecuado de apoyo.

El programa evidencia que las organizaciones de la sociedad civil especializadas en tecnología y derechos digitales, como Openlab Ecuador, desempeñan roles fundamentales en la coordinación y seguimiento técnico de iniciativas de inclusión digital. Su capacidad para monitorear procesos, detectar necesidades emergentes y articular respuestas oportunas a través de espacios complementarios resulta indispensable para que programas empresariales de transformación digital alcancen impactos reales y sostenibles.

Cuando las organizaciones de la sociedad civil, el sector empresarial y las instituciones educativas logran articular esfuerzos con propósito compartido, el resultado trasciende la suma de las partes individuales. Impulso Mujer demuestra que otro modelo de desarrollo tecnológico es posible: horizontal, accesible, estratégico y profundamente transformador.